La carretilla de ocasión brilla, está recién lavada y barnizada, y el precio no está mal: una auténtica ganga. ¿De veras? Una inspección exhaustiva resulta más decisiva para la compra de una carretilla de segunda mano que para la adquisición de una carretilla nueva.
¿Quién sabe cuántos kilómetros ha recorrido anteriormente, a qué esfuerzos han sido sometido por los conductores y qué sorpresas se esconden debajo de la carrocería?
Nuestra lista de chequeo supone una gran ayuda a la hora de realizar la compra de una carretilla de ocasión. Por medio de nueve criterios puede examinar bajo lupa la carretilla y someterla a pruebas exhaustivas.
Ya desde el principio debería plantearse una cuestión importante: ¿Es la carretilla elevadora realmente el equipo adecuado para la aplicación que necesita realizar? ¿Se adapta a las características del lugar? ¡Tenga en cuenta las alturas de paso y los anchos de pasillo! Sugerencia: ¡Encargue a un experto que verifique su aplicación!
A continuación, échele una ojeada a la placa de características y al diagrama de la capacidades restantes. ¿Están fijados correctamente? ¿Se refieren realmente al mástil de esa carretilla y a eventuales implementos? A lo mejor pueden haberse sustituido piezas o el mástil completo.
Debería pedir siempre el manual de instrucciones. Asimismo, deben estar disponibles todos los adhesivos e indicaciones de advertencia en el idioma correcto. ¿Existe un informe de inspección FEM actual y libre de deficiencias que certifique que la carretilla se ha sometido a una prueba de acuerdo con las normas de prevención de accidentes?
Una cosa es inspeccionar visualmente una carretilla elevadora, pero esto en ningún caso sustituye la prueba de funcionamiento. ¡Realice una prueba de funcionamiento! En una carretilla con motor de combustión interna, esta prueba comienza con un arranque en frío: ¿La formación de humo es excesiva?
El mástil también requiere una inspección especial: ¡Compruebe si hay juego entre los perfiles del mástil y el carro portahorquillas! ¿Ceden el mástil y las horquillas bajo la carga?
Lo siguiente que recomendamos es que inspeccione detenidamente las horquillas y sus soportes a fin de detectar posibles roturas. Los enclavamientos deben estar presentes y funcionar de manera impecable. ¡Mida el espesor en el codo de la horquilla!
¡Inspeccione la dirección! ¿Mantiene la carretilla su trayectoria?
Los frenos también deben estar intactos y tener el mismo efecto en ambos lados. ¿Funciona el freno de estacionamiento?
Compruebe ahora la iluminación. ¿Funcionan todas las luces y todos los focos? Los cables y las conexiones deben ser impecables, las carcasas de las luminarias no deben contener ninguna humedad.
En caso de que se trate de una carretilla eléctrica, la siguiente comprobación se centra en el estado de la batería. Cristales de color verde y blanco en los polos indican que haya sulfatación; los vasos abombados hacia fuera son un signo de edad avanzada. Ambas circunstancias pueden provocar el fallo de la batería.
El desgaste de los neumáticos es siempre un tema sensible. ¡Revise los neumáticos! ¿Están dañados? ¿Existen cortes o resquebrajamientos? ¿Se puede observar todavía con claridad la marca de desgaste (indicador de desgaste de neumáticos)?
Ahora es el turno de la carrocería. ¿Se detectan daños por oxidación? ¿Descubre protuberancias o deformaciones? Tampoco hay que olvidarse de la garantía. ¿Qué garantía le ofrece el comercial, es decir: qué tiempo de validez y qué características/piezas/equipamiento cubre?
Una prueba de funcionamiento en las instalaciones del comercial no sustituye un chequeo en el lugar de aplicación. Lo óptimo sería que el comercial le brindase la oportunidad de probar la carretilla en sus propias instalaciones. Así podrá revisar de la mejor manera el estado de la carretilla elevadora.